Preparar la masa de las tartaletas: picar las avellanas muy finas junto con el azúcar blanco y verterlas en un bol.
Agregar el azúcar moreno, la harina, la pizca de sal, la canela, el clavo y la piel de limón rallada: mezclar.
Añadir ahora la mantequilla bien fría y las yemas de huevos duros y empezar a trabajar la masa en el bol. Luego, en cuanto empiece a compactarse, se tiene que pasar a la mesa y allì se terminarà de preparar.
Formar una bola, envolverla en film transparente y poner en el frigorífico durante 2 horas (o 1 hora en el congelador)
Forrar con esta especial masa quebrada 6 moldes para tartaletas de 10 cm de diámetro.
Rellenar con dos cucharadas de mermelada y decorar con rollitos de masa formando una rejilla irregular, como si fueran vendas de momia.
Decorar todo el borde de las tartaletas de Linz con las almendras laminadas y poner todo en el frigorífico durante 1 hora.
Encender el horno a 170°C en modo ventilado y cocinar las tartaletas durante unos 20 minutos.
Dejar enfriar por completo y, mientras tanto, preparar los ojos: derretir el chocolate negro en el microondas y dibujar un punto en el centro de las avellanas cubiertas de chocolate.
Decorar las tartaletas de Linze con los ojitos y ¡a disfrutar!